El juego en los niños pequeños Por Proyecto DEI / 2017-07-26
1 a 2 años

La concentración, perseverancia y el hábito de terminar lo que iniciamos pueden fortalecerse desde la infancia. Muchas veces los papás sin darnos cuenta impedimos que los niños vayan desarrollando estas habilidades.

David Elkind, en su libro “Thepower of play” narra lo siguiente:

“Una madre joven se sienta al lado de su primera niña y observa cómo trata una y otra vez de colocar un cubo rojo en un cubo azul. Después de un rato de observarla, le pregunta: ¿Dónde está tu muñeca? La nena abandona los dados y busca a la muñeca, empieza a lamer la cara, una y otra vez, hasta que la mamá trae al osito Teddy a la escena. “Grr, aquí viene el osito querido” La nena abandona a la muñeca y carga al oso. Le mueve las manos, y sube y baja las piernas una y otra vez hasta que la madre se aburre y llama la atención de la nena con una pelota. La nena se deja distraer por tercera vez y juega con la pelota, de esta manera, la madre dedica una tarde disfrutable, totalmente inconsciente de la manera en la que interrumpe la habilidad de su nena por perseverar y por concentrarse. Ella impide que desarrolle la habilidad de perseverar en una actividad y mantenerse ocupada en algo a lo largo de un período de tiempo”

Estas son las conclusiones que puede sacar la pequeña de la tarde en que jugó con su mamá:

- Mi iniciativa es menos importante que la de mi mamá.
- Ella tiene mejores ideas que yo.
- No es importante que mi curiosidad quede satisfecha.

Al observar a los papás mejor intencionados jugando con sus niños pequeños, podríamos encontrar escenas similares. Nos hace falta una mirada diferente: permitir que nuestros hijos tengan la iniciativa y facilitar que terminen la actividad.

Jugar con niños pequeños

Jugar al lado de un pequeño, observando su iniciativa e intereses e interviniendo sólo para expandir el interés, o cuando el niño lo solicita, es todo un arte. De pronto un papá que no está activo siendo el líder de la expedición, siente que no está pasando un tiempo de calidad. Sin embargo implica más disposición y empatía estar ahí, envolviendo con la mirada y lubricando el juego. Reconociendo que el pequeño construye conceptos, descubre, se auto afirma con un juego iniciado por el o ella. Además adquiere autonomía y confianza. La próxima vez que estés con tu pequeño, procura observarlo, expandir sus intereses, imaginarte ¿qué estará pensando? ¿Qué estará imaginando? Son acciones más contemplativas pero mucho más interesantes y respetuosas.

Además podremos descubrir la maravilla de lo que ocurre en su mente. Quieren tomar el agua con la mano y descubren que no es asible, procuran insertar una pelota de abajo a arriba en un tubo inclinado ignorando al inicio la gravedad. Cuando son ellos quienes descubren y se adaptan a la naturaleza de las cosas, adquieren una sensación de placer, logro y descubrimiento que no es “enseñable”. Es interesante distinguir cuando el niño está concentrado manifestando un interés a cuando el niño provoca una interacción. En el último caso los papás o adultos cuidadores podemos tener más iniciativa.

Desarrollo Ejercicios
Publicada por: Proyecto DEI

Asociación Civil que busca mejorar la calidad de vida de los niños desde el embarazo, acogiendo y dándole herramientas a la mamá y a la familia durante los primeros años de vida de los niños.

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