Los bebés, y principalmente los recién nacidos, tienen el llanto como su medio de expresión, lo usan para todo, cuando tienen hambre, frío, calor, sueño…
Tranquilos, todos los bebés lloran. Y es que, si eres madre o padre primerizo, desde antes de que nazca tu bebé, los padres de tu entorno te advierten sobre las noches sin dormir que pasarás, pero es una realidad que se experimenta hasta que el pequeñito ha llegado a casa y el llanto se vuelve una constante, de día y de noche.
Aunque la situación parezca interminable y agotadora, porque el llanto del bebé activa una señal de alerta inmediata en los padres, lo cierto es que hay que aprender a descifrarlo, para que de esta forma podamos actuar, satisfacer la necesidad de nuestro hijo y tranquilizarlo.
¿Sabías que cuando los bebés lloran imitan el tono de voz de mamá? A esta conclusión llegó un estudio publicado por la revista American Journal of Clinical Nutrition.
Tal vez los primeros días sean un tanto caóticos, hay que recordar que como padres, estamos empezando a conocer a ese pequeño ser que acaba de llegar a formar parte de nuestra familia, y lo mismo sucede con el bebé, apenas se está familiarizando con el entorno luego de haber pasado nueve meses en el vientre de mamá, cómodo, protegido y con todo lo necesario para su desarrollo; ahora siente hambre, sueño, sensaciones que nunca antes había experimentado.
Así que, poco a poco, con el paso de los días, toda la familia se irá reacomodando y conociéndose en esta nueva etapa, la clave está en la paciencia para actuar tranquilamente y no caer en la desesperación; y en la observación, para aprender a atender las señales que nuestro bebé nos envía.
A continuación, te damos una guía que te ayudará a contener sus lágrimas.
1.- Durante los primeros días de nacido, te resultará más difícil saber con exactitud el motivo de su llanto, por lo que es recomendable que atiendas su llamado de inmediato; esta acción nada tiene qué ver con que lo vayas a malcriar o a mal acostumbrar, todo lo contrario, es una forma de demostrarle tu amor y de hacerle saber que siempre estás para cuando te necesite.
2.- Como mencionamos antes, el llanto de un bebé puede alterar los nervios de cualquiera, sobre todo de los padres, así que mejor ármate de paciencia y no pierdas la calma. Es de gran ayuda si piensas que se trata de una etapa que pronto pasará, nada es eterno.
3.- Realiza un checklist. A veces los bebés lloran por situaciones que no consideramos, lo más lógico es pensar si tiene hambre, sueño, frío, calor o si el pañal está sucio, pero si ya verificaste que el motivo no es por ninguno de los anteriores, busca otras opciones. Al ser tan pequeños, son más susceptibles, por ejemplo, es posible que la etiqueta de la ropa le esté molestando o incluso la voz de la tía que fue a conocerlo, en estos casos, tal vez sea necesario desvestirlo por completo, cambiarlo de habitación y, por supuesto tomarle la temperatura para descartar alguna enfermedad.
4.- Los terribles cólicos. Si ya probaste con todo lo anterior y tu bebé sigue llorando, es muy probable que tu pequeño esté sufriendo por los cólicos, estos se producen porque su sistema digestivo aún está en desarrollo y si no expulsa bien el aire luego de comer, el dolor en la barriguita es insoportable. Coméntalo con el pediatra para que busquen alternativas, ya sea con un medicamento, un cambio en la alimentación o masajes sutiles en su abdomen.
5.- Túrnate con tu pareja para el cuidado del bebé o pide ayuda a un familiar, en especial si tiene episodios de llanto incontrolable, tal vez a tu pequeño le siente bien estar en brazos de alguien más y a ti te ofrecerá tener un espacio para relajarte.
Intenta con suaves masajes en su cuerpecito, acarícialo, háblale en voz baja, ponle música relajante, que puedes encontrar en internet, o mécelo en tus brazos o en su porta bebé. Es válido intentar todo lo anterior y escuchar los consejos de las madres y padres que ya experimentaron esta etapa. Te aseguramos que vas a encontrar el método con el cual tu bebé se tranquilizará.
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