En los primeros años de vida de tu bebé, la psicomotricidad juega un papel muy importante ya que influye directamente en el desarrollo intelectual, afectivo y social. Los ayuda en la relación con su entorno y toma en cuenta aspectos únicos e individuales de cada uno, así como sus necesidades e intereses.
Para que lo entiendas mejor y puedas estimularlo adecuadamente, el trabajo psicomotor se divide en tres niveles:
1. A nivel motor, que le permite al niño dominar y controlar su movimiento corporal.
2. A nivel cognitivo, permite la mejora de la memoria, la atención, la concentración y la creatividad del pequeño.
3. A nivel social y afectivo, permite a los niños conocer y afrontar sus miedos y relacionarse con los demás.
Además, existen tres técnicas importantes cuando se estimula la psicomotricidad. Da click en cada imagen para conocer la actividad que puedes realizar.
1. La práctica psicomotriz educativa, que puede ser del tipo preventivo y son ejercicios lúdicos de coordinación para reconocer las habilidades corporales.
2. La práctica de ayuda psicomotriz terapéutica, la cual tiene la finalidad de ayudar a pequeños con algún tipo de discapacidad.
3. La psicomotricidad acuática, para estimular los movimientos coordinados voluntarios sobre el agua de los bebés.
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